Uno de los primeros vinos extranjeros en nuestra pequeña tienda gourmet de Gijón fue precisamente un Morgon Cote du Py de Dominique Piron. Ya ha llovido desde entonces, y casi veinte años sus vinos ya son como viejos amigos. No pueden faltar en nuestras tiendas ni en las mejores cartas.
Dominique es como sus vinos: inquieto, vibrante… pero a la vez con un poso de seriedad que define no sólo su personalidad sino su tesón tanto en el viñedo como en la bodega. Cree firmemente en la riqueza de los diferentes crus y en la diferencia que los diferentes terroirs supone en las diversas interpretaciones de la gamay que vinifica separadamente. Desde la riqueza de cuerpo del Morgon Côte du Py cuya finca se encuentra en la parte superior de la casa y bodega de Dominique, a la mineralidad impresionante de su Chenas Quartz, los vinos de Dominique Piron se despliegan en una panoplia de estilos digna de encomio. Donde el Moulin a Vent es robusto, casi digno de ser un Côte de Nuits, el Saint-Amour es ligero y etéreo como una bailarina de Degas, mientras el Brouilly es frutal y sensual.
Las presentaciones de sus vinos son muy cuidadas, con buenas botellas y preciosas etiquetas juveniles y simpáticas como sólo un cincuentón como Dominique puede llegar a ser. La bodega prepara un reemplazo, con Julien Revillon tomando cada día más protagonismo.
VINOS IMPORTADOS POR COALLA/IMPORT
Dominique Piron Beaujolais Nouveau: Cada año, el tercer jueves de noviembre, ponemos a la venta el Beaujolais Nouveau al grito de “Le Beajolais Nouveau est arrivé”. Un vino joven de maceración carbónica que es todo fruta, frescura y tragolargura. Para brindar por la cosecha y el milagro de convertir la uva en vino.
Dominique Piron Morgon Cote du Py: procedente de la finca situada justo encima de la casa y bodega de Dominique Piron, este vino procede de un lieu-dit de la AOC Morgon, llamado Cote du Py. Situada en una ladera de origen volcánico, los suelos son de granitos y basaltos, y dan lugar a un vino en el que la fruta es la cereza y tiene un notable toque especiado. Con dos ó tres años, tiende a “pinoter” (transformar su perfil aromático al de una Pinot Noir). Imprescindible.