El nacimiento de Companhia de Vinhos dos Profetas e dos Villões tiene sus raíces en la amistad de más de 15 años entre António Maçanita y Nuno Faria, uno de los restauradores más renombrados de la Isla de Madeira. Ambos comparten la creencia en el gran potencial vitivinícola inexplorado y hasta mágico de la isla, lo cual los impulsó a unir fuerzas para explorarlo y embotellarlo conjuntamente. Companhia de Vinhos dos Profetas e dos Villões elabora vinos tanto de la Isla de Madeira como de la cercana isla de Porto Santo (abajo, en la foto).
Como ocurre en casi todos los proyectos de Antonio Maçanita, la viña se conduce siguiendo los preceptos orgánicos, contribuyendo a preservar y restaurar los antiguos paisajes vinícolas y fomentar el uso de cepas autóctonas. No se teme enfrentar los retos que plantean los terrenos más desafiantes de viñedos; por el contrario, se buscan los terroirs extremos y se valora la oportunidad de dar nueva vida a variedades de uva olvidadas y desconocidas. Es el caso de las las casi extintas Listrão y Caracol en la isla de Porto Santo. Las vides, con más de 80 años, aportan un carácter completamente singular a los vinos, que no se repite en ningún otro lugar. Lamentablemente, las producciones son minúsculas. A pesar de ser proyectos pequeños y poco llamativos, la lucha por preservarlos vale la pena, y el enfoque se centra en producir vino de la misma manera en que se hacía en el pasado al tiempo que se contribuye a la comunidad de estas regiones remotas y olvidadas.
Su éxito no solo se traduce en vinos magníficos, sino también en la capacidad de pagar precios justos por las uvas, lo que a su vez tiene un impacto positivo en los viticultores locales.
António Maçanita afronta los desafíos únicos de cada una de sus bodegas de manera individual y personalizada. En las Azores, las vides deben enfrentar los embates del mar, la sal y las tormentas. Mientras tanto, en Porto Santo, el problema crónico es la escasez de agua, Por ello, cada racimo de uvas es apreciado y celebrado. Para cosechar las antiguas vides en forma de arbusto, António recibe la ayuda de sus equipos provenientes de Alentejo y Azores. Las uvas de la isla de Porto Santo son transportadas en barco hasta la bodega en Madeira, donde se fermentan y envejecen.
Vinos Importados por Coalla/Import
Listrao dos Profetas
De Madeira todos conocemos sus vinos generosos, y dicen los más viejos de Porto Santo que allí era donde se cultivaban las uvas con más madurez y grado para hacer los Madeiras más grandes. En esta Isla de Porto Santo apenas quedan hoy 14 hectáreas de viña vieja cultivadas por un puñado de chiflados y profetas, que es como se llama a los portosantenses en el archipiélago.
Es algo digno de ver cómo las viñas se protegen del viento con muritos, o llevando la conducción bien abajo. Es el caso de la finca de la que procede Listrao dos Profetas, una viña de más de 80 años plantada sobre suelos calcareos y franco arenosos que se vendimia en agosto, de forma manual y fermentado en barricas usadas borgoñonas, sin participación del azufre. Un vino natural madeiriense, por tanto, que resulta intenso, salino, mineral, con notas de pólvora y yodo (y mira que nos gusta el yodo en un vino). En boca hay cuerpo y hay textura. Un vino atlántico con personalidad.
Vinho da Corda
Listrao dos Profetas Vinho da Corda es un vino blanco elaborado con la variedad Listrao (nuestra Palomino Fino) por Antonio Maçanita y Nuno Faria en su bodega en Porto Santo en Madeira, Portugal. Se trata de un vino con historia. Vinho da Corda es una de las formas tradicionales de hacer un Madeira. Cuando los alcoholes no estaban disponibles para la fortificación, los Madeirienses usaban el vino de prensa de las parcelas con más madurez para obtener vinos recios y con grado alcohólico. Eso es Vinho da Corda, un vino de una parcela con gran madurez y por tanto bastante grado, más del 14%, elaborado de forma oxidativa.
Caracol dos Profetas
Parece que el nombre de esta casta (Caracol) viene por un tal señor Caracol que fue quien la trajo y la plantó en la isla. Parece estar relacionada genéticamente con una casta conocida como Cédres en Canarias y también con la Listrao.
Se vendimia en la Isla de Porto Santo y se lleva a Madeira puesto que no es legal la vinificación en la propia isla de producción. Se prensa y vinifica sin adición de azufre y sólo la primera y segunda prensadas pasaron a fermentar sobre lías en acero inoxidable. Un vino de muy pequeña producción.
Caracol Fazendas de Areia
Este Fazendas da Areia procede de una selección de las parcelas con componente más arenoso, arenas de origen calcáreo resultado de la acumulación a lo largo de millones de años. Se vendimia en la Isla de Porto Santo y se lleva a Madeira puesto que no es legal la vinificación en la propia isla de producción. Se prensa y vinifica sin adición de azufre y sólo la primera y segunda prensadas pasaron a fermentar sobre lías barrica de roble francés durante 10 meses. Un vino de muy pequeña producción.
Tinta Negra dos Villoes
Esta variedad, Tinta Negra, apenas se cultiva fuera de Madeira, aunque se encuentra también en muy pequeñas cantidades en Colares (donde se llama Molar) o en Azores (donde se conoce como Saborinho). El nombre del vino, Tinta Negra dos Villoes hace referencia al gentilicio de los maderienses por parte de los portosanteños, así los llaman.
Se vendimia en la Isla de Porto Santo en cajas de 20 kilos, se seleccionan en una mesa y una parte se despalilla, dejando la otra con racimo entero. Fermenta por 40 días y luego pasa 8 meses en barricas de roble francés.